lunes, 25 de enero de 2010

"Tres Nocturnos del Extranjero"

Nocturno N 4 en Si bemol.

"Tabardo astroso cuelga de mis hombros claudicantes
y yo le creo clamide augusta.

La noche expande el humo de los pebeteros
incensarios; la noche esciende las linternas vagabundas;
la noche es un vasto silencio donde solo
trémulas arpas inician cantos solitarios.

Tabardo astroso cuelga de mis hombros claudicantes
y yo le creo clamide augusta.

La noche canta cálidas melodías:
la flauta y el oboe subrayan el fastuoso
cántico. La noche canta, placida. La noche canta,
turbulenta: y calla; la noche es entonces un vasto
silencio, donde solo trémulas arpas inician
cánticos solitarios. Ahora calla la noche. Silencio
nacido de las músicas, eclíptico.

¿Que se interpuso entre las arpas trémulas
y el cántico litúrgico y el oboe y la flauta?
¿Que se interpuso, y que vertió esa angustia
sobre la faz impávida de la noche?

Tabardo astroso cuelga de mis hombros claudicantes,
y yo le creo clamide augusta.

La noche inicia preludios solitarios: tremulas arpas,
flautas y oboes sostienen la eterea melodía.
La noche expande el humo de los pebeteros,
aromoso;
la noche extiende las linternas vagabundas.
Toda la angustia,
todo el misterio de la noche se enreda,
todo el misterio de la noche desnuda,
Sirena y Circe todopoderosa,
reina morena del aduar solitario...

Todo el embrujo de la noche se enreda
en las aristas de la tierra doemida.

Tabardo astroso cuelga de mis hombros claudicantes
y yo le creo clamide augusta."

Medellin, X 1927

LEÓN DE GREIFF.




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